¿Reír o Llorar?

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Recuerdo que en la universidad, en prácticas de intervención en crisis, la maestra insistía en que parte importante de nuestra intervención consistía en que hiciéramos llorar al paciente. Yo, que en ese entonces era un poco más terco y combativo que ahora, a lo mejor era la edad, más de una vez armé discusiones sobre el porque sí o porque no era «esencial» que un paciente llorara. Durante varias semanas leía un poco más y de diferentes autores a los que recomendaba la maestra sólo para tener más elementos para poder decir, que aunque pudiera estar «atorada» una emoción, no era indispensable el llanto.

Después, durante la maestría, encontré más elementos y autores para sostener la idea de que no sólo no era indispensable llorar, sino que muchas veces era mejor reír. No en plan risoterapia, pero sí en plan de vamos cambiando lo que parece una tragedia en una comedia, sobre todo si no se podía hacer de la historia una épica.

Una vez terminada la maestría, y con más camino y años recorridos (¿acumulados?), me reconcilié con las lágrimas aunque nunca las hice una parte central del proceso de cambio (todavía no encuentro un término mejor que no sea terapia o consulta). Lo que sí, es que ahora no se trata de reír o llorar, sino de dejar que la expresión de la emoción se dé de la mejor manera que considere el consultante (sigo sin un término más adecuado que no haga referencia a la enfermedad como: paciente). Después de todo, ¿quién soy yo o cualquier otro psicólogo o terapeuta para determinar si el que está en frente TIENE que reír o llorar? Ambas formas de expresión pueden ayudar, ambas son parte de las historias que nos contamos y que somos, y bien vale reír y llorar cuando se siente que eso toca, sea en un contexto de ayuda, en compañía o en soledad. No vaya a ser que nos convirtamos en personajes de poquitas emociones, sin matices o acartonados. Dejémosle eso a los solemnes, o a las figuras públicas que no se pertenecen a sí mismas o que les parece que deben ser así porque nosotros les pertenecemos.

GLM

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